Escuchar las llamadas de la sociedad actual a la solidaridad y responder con generosidad. “Necesitamos crecer en una solidaridad que debe permitir a todos los pueblos llegar a ser por sí mismos artífices de su destino” (EG 190).
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Promover la colaboración del voluntariado Sa-Fa en aquellos lugares de misión en los que se precise.
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Desarrollar la solidaridad intracongregacional y la atención a los más necesitados. Vivir nuestro “Carisma en salida” hacia las periferias existenciales, hacia los nuevos lugares y culturas donde estamos presentes.
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Favorecer en las obras apostólicas el conocimiento de realidades de pobreza o de necesidad a través de actividades, de encuentros, hermanamientos y gestos de solidaridad.
“Apostar por la “profecía de la solidaridad” prestando atención especial a las situaciones de pobreza que van más allá de nuestros medios escolares para acercarnos a situaciones vulnerables: niños y jóvenes desescolarizados, personas abandonadas y otras situaciones de riesgo (Pr. Educativo, 2011)”.
Estas llamadas se hacen realidad a través de estos medios, entre otros:
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Con Asociaciones de voluntariado como el Centro de animación misionera (CAM) en Italia o de Carumanda, en España.
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Organización de Campos de trabajo en países como Burkina, Ecuador o India.
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Con una programa de sensibilización en los colegios, que incluyen variadas actividades que tienen como objeto recaudar fondos para ayudas a proyectos solidarios.
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La participación en la Campañas de ayuda propias de la Iglesia en los diversos países.
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Programas de hermanamiento entre colegios.
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Se ha puesto en marcha un programa de “Promoción del voluntariado internacional”.
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