Ahora participa en todas las labores de su casa
Quiero contar algo referente al Hno. Gabriel Taborin.
En febrero de 2020 a un pariente lejano mío, Juan Millanes, le sobrevino un ictus muy fuerte. Fue operado de urgencias en el Hospital Ramon y Cajal de Madrid. Al día siguiente se le produjo un trombo que le dejó paralizada la parte izquierda del cuerpo (pierna y brazo), así como el habla y la comprensión. Los médicos no nos daban esperanzas de recuperación y, consultado un médico de la familia, nos dijo que lo más probable es que falleciera. Después de varios meses en el hospital, fue traslado a la clínica de San José en Carabanchel, donde mejoró un poco.
En la actualidad continua en su casa con rehabilitación, pero haciendo una vida casi normal, pues ha recuperado casi toda la movilidad, y la comprensión. Tiene alguna dificultad para expresarse, pero participa en todas las labores de su casa y en el cuidado de sus hijas (tiene dos).
Puedo testimoniar que prácticamente todos los días (alguno se me habrá pasado) he pedido al Hno. Gabriel su curación rezando la oración “Señor, tú que llenaste el corazón de Hermano Gabriel …” Yo creo que el Hermano Gabriel ha intervenido en esta mejoría y continuará haciéndolo. Yo así se lo pido.
Mariano Mansilla. Madrid
07/10/2021
Italia, 2021: “¡Nicla respira!”
El viernes 6 de agosto de 2021, en compañía de Nicla, mi sobrina y de su marido Marco, del hermano de Nicla, Paolo, y de Marisa Beccaria, responsable del Centro de Animación Misionera (CAM) de los Hermanos de la Sagrada Familia, fui a Belley para dar gracias a la intercesión del Hermano Gabriel, a quien invocamos la noche en que mi sobrina Nicla Bonardi iba a recibir dos pulmones nuevos.
A mediados de julio de 2010, Nicla, de 22 años, enferma de fibrosis quística desde su nacimiento, ingresó en el hospital en un estado considerado extremadamente grave. En los días siguientes, tras un colapso pulmonar, fue puesta en circulación extracorpórea (ECMO) e inscrita en la lista nacional de espera urgente para recibir un trasplante de pulmón.
La noche del 28 de julio se sometió a una larga operación de trasplante dirigida por el equipo del profesor Santambrogio en el Policlínico de Milán. Para agravar más esta ya gravísima situación, Nicla fue invadida por una bacteria (Burkholderia -cepacia) resistente a cualquier antibiótico.
Al final de la operación, las únicas palabras del profesor Mario Nosotti, miembro del equipo, fueron “¡Nicla respira!
La madre de Nicla, Daniela, afirma textualmente que: “Cuatro días después del trasplante y de los cuidados intensivos, a Nicla se le retiró la ECMO y se le quitó el respirador, Nicla fue llevada a la habitación. En la puerta de la habitación estábamos el profesor Nosotti y yo. Cuando pasó, miré al profesor Nosotti y le dije: “Ya ve, profesor, ha obrado usted un milagro”. Me miró y dijo: “No, señora, no hicimos un milagro con Nicla. Muchas personas habrán rezado”. Y le dije: “Sí, es verdad, porque tenemos mucha gente que quiere a Nicla”.
Y a partir de ese momento, la recuperación de Nicla fue progresiva y constante, con la sorpresa de la desaparición definitiva de la bacteria “cepacia”, inexplicable incluso para los médicos. Me gustaría señalar que, hasta el día de hoy, la presencia de esta bacteria hace que la esperanza de vida sea casi nula, porque el paciente pierde la posibilidad de un trasplante.
Este año, habiendo sido invitado a la casa de sus padres, Ugo Bonardi y Castellini Daniela, he podido celebrar con su familia el undécimo año de su nuevo nacimiento y agradecer al Señor la gracia recibida por la intercesión de su siervo, el Hermano Gabriel Taborin, al que invocamos intensamente en el momento de la operación y después.
Hermano Giacomo Bonardi FSF
09/08/2021
Desde España
Después de haber perdido a mi padre el pasado 2 de junio 2020, aunque no por la enfermedad de COVID, son momentos dolorosos que no quieres revivir nuevamente. Nunca olvidaré que el día anterior a su fallecimiento solo pude estar 5 minutos con él por normativa COVID, a pesar de que él no lo tenía.
Para mi hermana y para mí, la mayor preocupación es el bienestar de mi madre, por eso desde el 11 de enero mis padres vivían con mi hermana. Mi madre padece parkinsonismo en un estado muy avanzado. Pero llegó el momento que no queríamos: reconocer que entre los dos no podíamos dar la calidad de vida que necesitaba y tuvimos que pedir plaza en la Residencia Santa Teresa de Jornet donde entró el pasado 30 de agosto.
El mes de diciembre fue muy duro, y llegó el momento de pedir oraciones a la comunidad. Tanto mi hermana como yo, pedimos por la salud de nuestra madre a través del Hermano Gabriel Taborin. A esta oración se unió la comunidad de Hermanos de Burgos.
Lo que ha sucedido a mi madre, es un hecho inexplicable, pues los médicos nos lo pusieron muy mal. Se ha recuperado, pero el COVID-19 la ha hecho perder mucho, es decir, que su enfermedad ha avanzado mucho más de los esperado. Pero lo importante es que está entre nosotros.
Doy gracias a Dios por la presencia de mi madre, y más todavía después de lo vivido.
Emilio Gutiérrez
Burgos, 13 de marzo de 2021