La finalidad de la formación a la vida religiosa consiste en conseguir que los formandos y los religiosos descubran y asimilen la identidad de la vida consagrada propia del Hermano de la Sagrada Familia y se inserten en el mundo como testigos de Cristo.
La formación del Hermano tiene en todas sus etapas un fuerte carácter comunitario.
La primera etapa es el descubrimiento de la llamada de Dios. Con frecuencia se percibe durante la adolescencia. Y emerge nuevamente cuando llega la edad de hacer las opciones fundamentales en la vida. Le sigue luego la invitación del “Ven y verás”. Es el momento de conocer más de cerca a los Hermanos.
El Postulantado es un paso personal que implica la participación en momentos de reflexión y de oración de la comunidad. Ello permite comenzar el proceso de discernimiento. Esta etapa puede tener diversas modalidades pero la más común es participar de la vida de comunidad siguiendo un plan de formación particular.
El paso siguiente es la entrada en el Noviciado: período de uno o dos años totalmente dedicado a la iniciación a la vida religiosa. El Noviciado termina con la primera Profesión temporal. El joven Hermano emite, por un periodo de uno o dos años, renovable, los votos de pobreza, castidad y obediencia, que expresan su consagración religiosa.
Durante este período de votos temporales llamado Escolasticado, el Hermano continúa su formación religiosa y profesional con estudios que lo preparan a realizar su misión. Después de cinco años, al menos, de votos temporales puede hacer la Profesión perpetua.
