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La Familia Sa-Fa con las familias

“Como Familia Sa-Fa sentimos la llamada a caminar con las familias»

Fomentar la pastoral familiar para dar respuesta a los retos concretos que hoy plantean las familias.
Poner en práctica los Planes Pastorales Familiares de las Provincias.
Cultivar las pequeñas virtudes nazarenas que favorecen el encuentro:
alegría, sencillez, presencia, escucha, servicio, solidaridad, perdón, paciencia.”
(CG Doc. Hermanos y Laicos).

Llevar el nombre de “Sagrada Familia” nos compromete a llegar a las familias y acompañar a cada una  para que puedan descubrir la mejor manera de superar las dificultades que se encuentran en su camino.

El valor que representa cada familia nos lleva a ver en ella:

  • El ámbito de amor donde se desarrollan las relaciones de pareja como una vocación al amor de donación recíproco.

  • Una “Iglesia doméstica” donde se llevan a cabo los fines del matrimonio cristiano y de la familia cristiana.

  • La primera responsable de la educación de los hijos y a quien asiste la libertad de elección de la educación que quiere darles.

Un espacio de relación, ayuda mutua y solidaridad. Atenta a las necesidades de sus miembros y en especial a las de los más débiles; comprometida con las realidades sociales que le rodean y partícipe en su humanización y evangelización.

Desde nuestro carisma, que nace de la contemplación de la vida de Jesús, María y José en Nazaret, reconocemos en los evangelios de la infancia una experiencia compleja muy próxima a la realidad actual: la realidad de madres adolescentes (anuncio a María), realidades no queridas que deben asumirse (anuncio a José), las vidas amenazadas desde su nacimiento (la matanza de los inocentes), el drama de las familias obligadas a emigrar (huida a Egipto), las incomprensiones de los hijos (Jesús en el templo). Se percibe en la experiencia de la Sagrada Familia y de toda familia humana un aspecto de muerte y de vida que pasa por la dificultad, el error, el sufrimiento.

La pastoral familiar “debe hacer experimentar que el Evangelio de la familia responde a las expectativas más profundas de la persona humana: a su dignidad y a la realización plena en la reciprocidad, en la comunión y en la fecundidad” (Al 201).