“Lleváis el hermoso nombre de Hermanos, no permitáis que os llamen de otra manera. Los nombres de las dignidades inspiran e imponen respeto; éste, por el contrario, sólo sugiere sencillez, bondad y caridad”. (H. Gabriel Taborin: Guía, 112)
Las Constituciones presentan la consagración religiosa del Hermano, vivida según el carisma del Hermano Gabriel Taborin, como la característica de su identidad en la Iglesia. Ésta es su manera de hacer presente hoy la forma de vida de Jesús, sobre todo de los años pasados en familia en Nazaret, donde practicó lo que más tarde predicaría en su vida pública.Para los Hermanos vivir la espiritualidad de la Sagrada Familia significa actualizar y prolongar el misterio de la Familia de Nazaret y reproducir sus rasgos de sencillez, discreción, humildad y amor recíproco. Se trata de encarnar lo extraordinario del Evangelio en lo ordinario de cada día. El trabajo, la oración y la fraternidad son las líneas constantes de este vivir nazareno que se resume en el lema:
“In oratione, labore et caritate: Pax”
Oratione: La vida de oración del Hermano
La opción por la vida religiosa se alimenta, entre otras cosas, con la oración: el religioso goza encontrándose con Dios. Para el Hermano de la Sagrada Familia la plegaria es la manifestación de su necesidad de dialogar con Dios en el silencio y en el recogimiento. El espíritu de oración del Hermano se prolonga a lo largo de toda la jornada. Su oración es sencilla, confiada y alegre, como corresponde a un hijo que presenta a su Padre las preocupaciones de su actividad apostólica, las necesidades de sus hermanos, de la Iglesia y del mundo. La participación en la Eucaristía es el acto más expresivo de la consagración religiosa del Hermano. En ella aprende de Cristo a darse a Dios y a los hombres, por amor.
Los Hermanos rezan comunitariamente cada día: Laudes -oración de la mañana- y Vísperas -oración de la tarde-. Reunidos para recitar la Liturgia de las Horas manifiestan y realizan la unidad de la Comunidad y del Pueblo de Dios. Las Comunidades de los Hermanos están abiertas a cuantos deseen compartir su vida de oración.
“La oración ha sido la piedra angular de nuestro Instituto; ella será también una de las columnas más fuertes para sostenerlo”. (H. Gabriel Taborin: Nuevo Guía p. 24)
“Los Hermanos viven en comunidad su consagración a Dios por el Reino, especialmente en la oración. Encuentran en ella la fuente y la expresión de su vida de comunión fraterna”. (Constituciones HSF art. 129)
Labore: La vida de trabajo del Hermano
Ser Hermano significa “estar con” y “ser para” los demás. Para el Hermano la apertura a las personas es la finalidad del propio trabajo: consiste en dar y en darse. Por eso pone gustosamente sus talentos, su capacidad y su ser entero al servicio de la obra de Dios, allí donde la obediencia lo destina. Las Constituciones de los Hermanos consideran la actividad apostólica como una dimensión esencial de la consagración a Dios y al Reino y como expresión concreta del amor al prójimo. Los campos específicos en que trabajan los Hermanos son: la educación en los colegios del Instituto o del estado y en centros de formación profesional, la catequesis y la animación litúrgica. Para poder desarrollar su actividad, los Hermanos adquieren una sólida preparación profesional, acreditada por títulos oficiales. Cuidan la formación continua, a fin de poder responder a las nuevas necesidades de una sociedad que evoluciona rápidamente. Los Hermanos prestan una atención preferente hacia quienes se encuentran en situación de debilidad: los jóvenes, los pobres, las familias en dificultad.
Caritate: La vida comunitaria del Hermano
La vida comunitaria consiste en compartir gustosamente con los demás la misma pasión por Dios, el mismo deseo de servir, con respeto y sentido de la gratuidad, la misma generosidad al afrontar la fatiga del trabajo diario. Los Hermanos forman una familia-comunidad donde cada uno es acogido, estimado, amado y ayudado. A lo largo de cada jornada y de forma más prolongada durante el año, tienen momentos de encuentro, de diálogo, de esparcimiento, en los que comparten penas y alegrías. Celebran con gozo todo lo que constituye la vida fraterna: acontecimientos, aniversarios, reuniones, fiestas.
“Cada uno acoge a sus Hermanos como don del Padre”. (Constituciones art. 90)
“Tu vida religiosa no es mera unión de personas sino comunión de espíritus. Tus Hermanos son un don del Padre. Cuídalos. Ámalos. También ellos te consideran a ti como don del Padre”. (Prólogo de las Constituciones)
La Sagrada Familia, modelo vivo y actual
La Sagrada Familia de Nazaret es el modelo de todas las comunidades.
“Los Hermanos consideran a la Sagrada Familia como la realización más perfecta en la tierra de la comunidad de amor que es la Santísima Trinidad. Ponen de manifiesto su voluntad de servir a Dios y a los hombres, viviendo el misterio de Cristo en su vida de familia con María y José”. (Constituciones art.6)
Los Hermanos dedican el lunes a honrar de una memoria especial, a sus santos patronos. Particularmente durante el tiempo de Navidad se adentran con alegría en la intimidad familiar de Jesús, María y José.
“Nuestro Señor dice que allí donde está vuestro tesoro, está también vuestro corazón. El corazón de un cristiano, y especialmente el de un Hermano de la Sagrada Familia, debe estar a menudo en la humilde casa de Nazaret, con esta Santa Familia, que reúne en sí todas las virtudes divinas y humanas”. ( Hno. Gabriel Taborin: Nuevo Guía, 607)
Espíritu de familia
Los Hermanos quieren reproducir en su vida comunitaria “el mismo espíritu que unía a Jesús, María y José en Nazaret, cuyo origen es la Santísima Trinidad, y que eleva y transforma los vínculos que Dios ha puesto en la familia natural”. Este espíritu se encarna en las virtudes características de los Hermanos de la Sagrada Familia, que manifiestan y alimentan el espíritu de familia: la alegría, el diálogo, la comprensión, la delicadeza, la sencillez, el servicio.
El Hermano Gabriel Taborin expresó el modo de vivir este espíritu de cuerpo y de familia y lo transmitió a sus hijos espirituales con estas palabras: “El espíritu de cuerpo y de familia contribuye en gran manera, queridos Hermanos, a la dicha, a la prosperidad y a la fuerza de una Congregación religiosa y alivia la carga de aquél a quien Dios ha elegido para superior. Nace de la caridad y, en consecuencia, de Dios que es la caridad misma. Todos los miembros que componen una Congregación en la que, de verdad,exista este espíritu, tienen un solo corazón y una sola alma; se aman y se ayudan mutuamente; comparten las alegrías y las penas, los éxitos y los fracasos de todos…” (Constituciones art. 13).
El espíritu de familia caracteriza también su obra educativa y sus relaciones con quienes comparten la misma misión.
PAX
Del mismo modo que el Verbo Encarnado llevó a cabo la unión familiar perfecta en el misterio de Nazaret, así la Palabra Divina abrirá a los Hermanos a la plenitud de la paz por medio del amor, la oración y el trabajo para construir permanentemente su Comunidad. (Constituciones art. 12)
La paz y la alegría son dones pascuales que Cristo ofrece a los hombres de hoy en las Comunidades de los Hermanos. (Constituciones art. 24)
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