Una mirada a la Historia
El escudo de los Hermanos de la Sagrada Familia, se gestó en enero de 1947 cuando en el 25º Capítulo General, reunido en Villa Brea y bajo la presidencia del Hno. Tarsicio recién elegido Superior General, se aprobó que la Congregación tuviera un escudo que respondiera a su lema: “In Oratione, Labore et Caritate: Pax”. Este escudo debía presidir todos los actos oficiales del Instituto.
“L´Entretien Familial” (revista oficial de la Congregación) publicó las bases del concurso. Se presentaron quince proyectos.
Descripción del Escudo
- Estilo: hispano-francés.
- Divisa superior: “Sancta Familia”.
- Monograma: J. M. J., las letras iniciales de las tres personas de la Sagrada Familia.
- Divisa inferior: Con el lema de la Congregación “In oratione, labore et charitate: Pax”.
- Campo del escudo: Cuartelado con la cruz de Saboya en plata integrando el conjunto. Aparece dividido en cuatro partes iguales.
- El primer cuartel: azul con la estrella de oro con tres rayos del mismo metal dirigida hacia el centro del escudo.
- El segundo y el tercero: totalmente de gules (rojo).
- El cuarto: de gules (rojo) con una colmena de oro en el centro y en la parte superior dos abejas del mismo metal.
Presentación e interpretación
El modelo final es obra de la Comisión teniendo en cuenta los tres proyectos presentados por la Comunidad de Saint-Pierre du Gros-Caillou.
(Publicada en L’Entretien Familial en junio de 1950 en el nº 47)
“Nuestros Augustos Patronos vivieron una vida de trabajo, en una atmósfera de unión íntima, con Dios y en el ámbito de unas santas y cálidas relaciones familiares….. En nuestras comunidades, bajo la protección de la Sagrada Familia, Jesús, María y José, la oración sube hacia el cielo e irradia gracias de paz sobre el trabajo, en el amor fraterno….
- La cruz de Saboya-Bugey evoca la tierra de origen de nuestra familia espiritual… Nuestra vida es una, centrada en Cristo, viviendo en Nazaret en la intimidad de María y de José. La cruz nos indica que, a través de nuestra vida interior y de nuestro apostolado, somos víctimas unidas a Cristo para el rescate de la humanidad. Se realiza unidos a Cristo en el trabajo, oración y práctica de un verdadero amor fraterno. Nos lo recuerdan los cuatro cuarteles….
- El azul del primer cuartel donde brilla una estrella de oro con tres rayos del mismo metal, dirigidos hacia cada uno de los otros cuarteles,… La estrella, con sus reflejos pacíficos es el símbolo llamativo de la paz que el Salvador prometió a sus verdaderos discípulos y a los que cumplan fielmente su mandamiento: amarnos los unos a los otros como Él nos ha amado….
- ….El color gules (rojo) ocupa los otros cuarteles ¿qué nos quiere decir? Es la sangre que ama, lucha, reza en nosotros. Es la vida y símbolo del amor victorioso.
- Los tres cuarteles rojos repetirán que la paz brillará en nuestra alma y en nuestras comunidades por la oración, el trabajo y el amor entre nosotros….
- La idea de comunidad, esencial en nuestra vida, aparece aquí reflejada ya que Jesús, María y José, formando familia, son los patronos de nuestros Instituto y no pueden faltar en nuestro escudo.
- También es claro el significado de la pequeña colmena de oro que ocupa el centro del último cuartel de nuestro escudo. Si como verdaderas y laboriosas abejas sabemos libar, a través de los hechos insignificantes de nuestra vida la miel escondida, nuestras comunidades serán una colmena sagrada en la que almacenaremos el néctar precioso de las virtudes religiosas…”.
Los escudos de nuestros colegios llevan como base el de la Congregación, pero con algunas adaptaciones:
- En el cuartel superior derecha se ha añadido una antorcha símbolo del ideal de integrar la cultura y la fe. La antorcha también se entiende en los ambientes colegiales como símbolo del deporte.
- En el cuartel inferior izquierda se pone el escudo del país o de la ciudad en la que vive la Comunidad o está la Obra apostólica. Es un modo de expresar la inculturación en el lugar.
El escudo nos recuerda algunas verdades básicas de nuestra vida religiosa y puede ayudar a estrechar entre nosotros los lazos de nuestra fraternidad, pues los colores y los símbolos nos dicen constantemente que en Nazaret se rezaba, se trabajaba y se amaba.